Usted
será llevado a desarrollar su potencial y su crecimiento espiritual a
través de una fe inmovible que fortalecerá todas las áreas de su vida
que le conducirá a vivir invenciblemente en Cristo al creer en las
promesas de Dios y hacerlas reales a su vida por medio de la confianza
en Cristo.
Vea
las promesas del salmo 91, léalas atentamente, varias veces, hasta que
sea una realidad en su vida; medite, memorice estos versículos
extraordinarios que nos prometen liberación, victoria y paz en el Señor,
este Salmo establece que si usted y yo, por fe, escogemos a Dios como
nuestro protector encontraremos en él todo lo que necesitamos o
deseamos. Nuestro consuelo es hacer del Señor nuestro refugio, en contra
de las tentaciones, del pecado, de influencias malignas porque
encontraremos el respaldo de Dios en todas las áreas de nuestra vida.
Nuestra vida espiritual y física estará protegida por la gracia divina contra las tentaciones del diablo, que son como los lazos del cazador y del contagio del pecado que es como la peste destructora; estaremos libres de las influencias malignas que son como el terror nocturno y la saeta que vuela de día. Dios, a los creyentes, nos promete seguridad en medio de tanto peligro, la verdad de las Escrituras nos impedirá asustarnos y la fe que mueve la mano de Dios no nos dejará temer cualquier ataque maligno, todo estará bajo el control y la perfecta voluntad de nuestro Padre celestial. Usted y yo veremos cumplidas las promesas de Dios y él estará de nuestro lado en medio de la pestilencia que ande en oscuridad, los ataques secretos del diablo contra nosotros, mas no nos llegará la mortandad.
En
medio de la lucha espiritual él enviará a sus ángeles para que nos
protejan, pase lo que pase, nada nos dañará aunque se desaten problemas,
pruebas y tribulaciones.
La
promesa de Dios es que él nos librará, a usted y a mí, a su debido
tiempo, de todas nuestras aflicciones, dolores y dificultades; mientras
tanto estará con nosotros en nuestras angustias, nos librará cuando le
invoquemos con sinceridad, humildad y de corazón, nos dará una larga
vida aquí en la tierra y encontraremos el camino de su salvación.
Entonces habrá terminado toda tentación, pecado e influencia maligna y
estaremos con él para siempre y disfrutaremos de la eternidad en los
cielos. Por fe reciba su victoria y la mano de Dios traerá la liberación
divina a su vida.
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