La interpretación que el Dr. Hendriksen ofrece acerca del Apocalipsis
continúa sirviendo como un recurso sólido y una fuente de inspiración
para muchas generaciones de estudiantes de la Biblia. «Hermoso en
estilo, en simbolismo, en propósito, y en significado» -escribe William
Hendriksen.
Existen
siete piezas de información que son esenciales para poder entender la
profecía de los últimos días. Estas son las piezas que forman el
cimiento fuerte que necesitamos. Estas son:
Ningún
otro libro de la Biblia fue escrito tan específicamente para nuestra
generación. De sus 22 capítulos 19 cubren un tiempo que todavía se
encuentra en nuestro futuro.
El
libro de Daniel es una obra singular y fascinante y, en su sección
profética, abundan los elementos premonitorios y apocalípticos que
constituyen la base de la escatología cristiana.
En Ataque a los Estados Unidos de América, Hagee explora varias explicaciones al ataque terrorista, incluso la pobreza espiritual norteamericana, el histórico antagonismo de árabes y judíos, y la gran importancia del Monte del Templo, unas catorce hectáreas que es la parcela de terreno más fieramente discutida del planeta.
¿Qué significa creer en el futuro de Dios? Juan Stam nos invita a releer las Escrituras ver las grandes verdades bíblicas sobre el futuro y así evitar escatologías sensacionalistas que nos desvían del de Dios la humanidad.
Considerado en el anglófono como de los comentarios más serios y recomendables, este además de ser una excelente y , es accesible a creyente, ya que ofrece una interpretación del texto completa y las notas a de llevan al lector al texto original.
El término utilizado como título del presente libro “apocalipticismo”, puede confundir a personas poco versadas en la materia, llevándolas a creer que se trata de otro comentario al texto bíblico de la Revelación de San Juan: El Apocalipsis.
El libro de Enoc es una joyita que no debería faltar en ninguna biblioteca. Los primeros cristianos tuvieron gran aprecio por el Libro de Henoc, como lo atestiguan las epístolas canónicas de Judas (6 y 14-16) y 2 Pedro (2:4),
El interés por conocer las cosas futuras parece ir acrecentándose en nuestro tiempo. Prueba de ello es el pingüe negocio que hacen los publicadores de horóscopos. Los cambios súbitos y radicales del mundo moderno y los presagios nada halagüeños de los observadores y analistas de la escena contemporánea intensifican la zozobra en que viven millones de hombres y mujeres que se preguntan ansiosamente acerca de lo que, en verdad, traerá el día de mañana. No es de extrañar que haya tantos oídos abiertos a cualquier mensaje que ofrezca descorrer el velo del futuro.
De forma magistral el destacado pastor Carballosa desarrolla, mediante una hermeneutica normal, los argumentos que apoyan que habra un reino terrenal en el que Cristo reinara como rey desde el trono de David.